Skip to main content

Con el propósito de dar cuenta de los avances del Servicio Nacional de Reinserción Social Juvenil (SRJ), su directora, Rocío Faúndez, sostuvo una reunión con miembros del equipo del Comité para la Prevención de la Tortura (CPT), liderado por Francisco Maffioletti, experto encargado del área Niñez y Adolescencia de la organización.

El encuentro permitió revisar los desafíos que ha tenido el servicio y las prioridades que tendrá el trabajo durante los próximos meses, y se enmarca en una serie de encuentros que tendrá el servicio con organismos de derechos humanos.

La directora del SRJ explicó que “estamos convencidos de que el diálogo con los organismos autónomos de derechos humanos es fundamental para un servicio que busca superar obstáculos estructurales que han impedido a la justicia juvenil avanzar de manera más sostenida”.

Precisó que este mes habrá también reuniones con la Defensoría de la Niñez y la Adolescencia y con el Instituto Nacional de Derechos Humanos, “para escuchar los hallazgos de sus visitas a centros, conocer sus recomendaciones y buscar maneras de ir abordando seriamente los temas de derechos humanos ya desde la implementación de esta nueva institución”.

Por su parte, Francisco Maffioletti detalló que “el objetivo de esta reunión fue conocer los avances en la implementación del nuevo servicio, ver en qué les podemos aportar como área de Niñez y Adolescencia, a propósito de las visitas que hemos realizado. Tenemos un conjunto de recomendaciones que le entregamos a la directora para que pudiera tenerlas en consideración en la implementación del servicio en la etapa en que se encuentra y en lo que viene a futuro”.

Sobre el trabajo realizado, el experto del CPT señaló que “se está haciendo la transición y, sobre todo, el nuevo servicio no es un mero cambio de nombre, sino que efectivamente lo que podemos visualizar, en la perspectiva de lo que está desarrollando, es un cambio de enfoque, es una mirada respecto de los adolescentes que han infringido la ley, las responsabilidades del Estado, en que se asume un rol mucho más protagónico, se quiere comprometer al intersector, porque la tarea que cumplen tiene que ser necesariamente mancomunada”.

En eso, agregó, el Comité para la Prevención de la Tortura, “como organismo autónomo, también pone a disposición su conocimiento, las recomendaciones y la disposición a trabajar de manera cooperativa, junto con el nuevo servicio, para, de una vez, intentar garantizar la respuesta del Estado que le permita a los adolescentes la reinserción social y luego de terminada su condena el poder llevar una vida independiente en el medio libre”.